El día 4 pasado reciente, acepté ver una conferencia presentada por esta mujer, Janeth Waldman, hija de Polaco y Colombiana, quien es una constante en la pantalla chica, sobresaliendo por su risa y su alegría contagiosa.
Nunca la vi como una persona que pudiese dictar una charla seria, quizás porque siempre ejercía esa energía casi de comediante en los programas que la televisión la presentó, sin embargo, me he llevado la grata sorpresa de una exposición alegre, desenfadada, no sin pocos instantes conmovedores, donde expuso parte de su historia y la historia de otros.
Lo que enseñó no fue nada nuevo o que no hubiera sido dicho por algún otro conferencista, incluso en mi diario vivir he intentado aplicar mucho de lo que dijo, pero, y como en todo hay un pero, su forma de expresarlo le contagia a quien la escucha una tremenda inyección de optimismo en la vida.
Superar una separación, en su caso un divorcio, después de mostrar lo que se siente al darse cuenta que la cama es demasiado grande para una persona, que su cepillo de dientes añora la compañía de ese otro que solía estar allí, hasta el momento en que toma la decisión de “parar de sufrir” e iniciar una etapa, no nueva, porque lo que sigue es la continuación de su vida y hay que buscar el mejor camino.
En esta charla descomplicada y alegre, se podía dejar comentarios a través de un chat, y la verdad no sé por qué quienes ingresaban en el mismo, llenaban de frases, saludos y otros cuando Yaneth hablaba, o sea que no estaban concentrados en su charla por su desespero de hablar, de decir algo. Adjudico este comportamiento a la pandemia, al aislamiento y las ganas de hablar con alguien, porque de otra manera no me explico la actitud de llenar el chat de frases y halagos durante la exposición. Incluso Yaneth hizo un comentario jocoso sobre su apariencia, diciendo soy “Carolina Cruz”, y no faltó quien dijera, algo así como “Tú tienes más carisma”, y creo, esa es mi opinión personal, ¿por qué hacer esto? No creo que Yaneth necesite que le suban su autoestima y menos menospreciando a otra persona.
Ese es el problema en los chats, últimamente he observado que cualquier cosa que se diga o deje de decir en un chat, se convierte en polémica, en razones para demandar o tutelar.
Pero bueno, me alejé del tema principal que no es otro que la charla, el conversatorio con Yaneth Waldman, que es un recorderis para vivir la vida con una visión más amplia y con más alegría.
En internet hay varias entrevistas que le han hecho a esta mujer y en ellas emana lo que en esta última charla nos recalcó, vivir sabiendo que la palabra es el mecanismo de mayor fuerza que tenemos para salir adelante, acompañada del agradecimiento.
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