Empezamos una verdadera maratón cuando se termina el año, a partir de la celebración de las brujitas, el día de todos los santos, el día de los muertos, próximamente el día de las luces y enseguida la novena de navidad, el nacimiento, ferias, fin de año, año nuevo, día de reyes y de nuevo el ciclo continúa, pero estos días que comprenden el final del año, llenos de estrés, carreras, regalos y fiestas no son mis favoritos.
Los almacenes con artículos navideños empezaron a promocionar sus decoraciones desde septiembre y en los edificios empecé a observar que la gente con muy buen ánimo ya tiene los frentes de sus hogares con luces y adornos alusivos a las fiestas. Incluso he escuchado villancicos y no sólo como producto de propagandas sino en casas vecinas.
Cuando anunciaron la cuarentena en el 2020 y la restricción de desplazamientos pensé que sólo sería por unos meses, luego el tiempo transcurrió y sin muchos miramientos se nos pasó un año y ya estamos en el segundo año de esta pandemia y el covid sigue aquí, lo único que ha cambiado y que me pareció una conclusión muy lógica, es que ahora nos mandan a las calles a contraer el virus.
Quisiera saber cómo vamos a recibir al año nuevo, sobre todo que nos llega con elecciones, la política resuena en la radio, la televisión y en todos los medios de comunicación. Desde que era muy niña me asustaron estos movimientos y en esa época eran pocos los partidos, liberal, conservador y unos pocos comunistas.
Fuimos desplazados, la persecución nos afectó a pesar de que mis padres no eran fanáticos de ningún partido, lo eran por herencia, seguían los derroteros de sus propios padres y así fue para nosotros sus hijos.
Sin embargo, nos persiguieron hasta que llegamos al Cauca y de allí ya por iniciativa propia a esta ciudad de Cali.
Y ahora, esta ciudad que la identificaban por su civismo, recuerdo que en la prensa mostraban a la gente tranquilamente haciendo cola para subir al autobús, había cierta confianza al salir a las calles, está siendo afectada por la delincuencia. No hay día que no se escuche en los noticieros mañaneros, los eventos de la noche, atracos y homicidios ya no son novedad. ¿Será que vamos a elegir un buen líder para el país que pueda controlar el desmande que estamos sufriendo?
Esperemos con confianza en que el tiempo nos traerá cosas buenas y motivos para no preocuparnos. Al menos ese es mi deseo para todos.