Rvdo Silvio Gil Restrepo

LECTURAS: Hech.2,1-11; Ps.103;1 Cor.12,3-13; Jn.20,19-23

«Pentecostés: fiesta de la Iglesia”.

 La sagrada liturgia de todas las Iglesias católicas: romanas, anglicanas, ortodoxas, coptas, etc. están celebrando este domingo una de sus más grandes festividades, y es la llamada fiesta de Pentecostés -cincuenta días después de la Resurrección de Cristo. –

Esto es, la manifestación del Espíritu santo prometido por Jesucristo a sus discípulos desde sus primeras apariciones después de su resurrección, cuando les dijo: «no os dejaré huérfanos, sino que os enviaré el Espíritu santo consolador”, para que continúen mi labor, y Él os enseñará todo lo que debéis decir y hacer… -De modo pues que Jesús cumple su promesa, aunque no ya de cuerpo presente -por decirlo así- sino que se hace presente en la tercera persona trinitaria: el Espíritu santo, para darnos vida y sabiduría en abundancia con los dones de su santo Espíritu, que son los que han iluminado y guiado a la Iglesia universal durante estos ya largos dos mil años de existencia.- Y que a pesar de todas las fallas históricas de la misma Iglesia, pues es compuesta por seres humanos, aun así, ha sabido permanecer fiel al divino maestro Jesucristo, que la mantiene y sostiene con los dones de su santo Espíritu, según su palabra: “no tengan miedo,-pues-Yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos». -De modo pues hermanos que debemos estar muy contentos y agradecidos con la misericordia de Dios que nos ayuda a mantenernos firmes en la fe del Dios Uno y Trino, que nos enseñó Jesús: pues «el Padre y Yo somos Uno», y «Yo rogaré al Padre para que os envíe el Espíritu de consolación y sabiduría que os enseñará todo». -Que así sea- ¡Amén!