No quiero polemizar acerca de los reyes magos, tan solo mencionarlos en el sentido de recordar la larga tradición que los acompaña y que para los niños tienen el significado que sus padres les haya querido darles. Muchos países consideran que el 6 de enero llegan los reyes para dar regalos a quienes no lo recibieron el día de navidad. En España este día es realmente el día de dar los regalos, y tienen una costumbre, que no me agrada mucho, y es la de dar carbón (dulce por supuesto) a quienes tuvieron un mal comportamiento.
Cabe recordar que existe un mosaico famoso del siglo VI en la basílica de san Apolinar el Nuevo en Ravena (Italia) en donde se dice aparecieron por primera vez los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar y que según un manuscrito del siglo XIII, se creía que rezando una oración al oído de los enfermos pronunciando el nombre de estos reyes, el paciente se protegía de la epilepsia, también acostumbraban colocar las iniciales de sus nombres en los portales de la casa como protección contra demonios y brujas.
Son muchas las tradiciones respecto a estos personajes, algunos dejan los zapatos de cada miembro de la familia en el balcón para que coloquen dulces en su interior, esto surgió a raíz de una leyenda que dice que dos amigos del niño Jesús al ver la pobreza en que vivía, quisieron darle sus zapatos, así que los limpiaron de la mejor manera y los dejaron en el balcón para que se secaran. Al día siguiente estos estaban llenos de regalos y dulces como premio por su buen corazón, y los reyes al pasar los habían recompensado.
Últimamente, me da la impresión de que su tradición ha perdido fuerza, ya que las festividades de distintas ferias opacan su presencia en el pesebre, pero todavía se les tiene en cuenta en los ritos de la iglesia católica.
En la biblia de Jerusalén, que es la que yo tengo Mateo dice: “Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén diciendo: “¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.” En oyéndolo, el rey Herodes se turbó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y escriba del pueblo, y por ellos trataba de averiguar el lugar donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: “En Beléfn de Judea, porque así está escrito por el profeta:…”
Más no hay claridad sobre el tipo de magos, ni sus nombres, así que la interpretación queda un tanto corta, pues no encuentro en las versiones de los otros evangelistas este suceso.
Pero bueno, el día 6 de enero tenemos esta celebración y será como el fin del período concerniente al nacimiento del niño Jesús, para empezar a prepararnos para su vida de adolescente y adulto.



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