“La palabra influencer significa influenciador. Se han convertido en figuras cuyas opiniones y aportaciones a través de los diferentes canales del sector digital tienen credibilidad sobre los temas en los que están especializados. Son líderes mediáticos gracias a la inmediatez que supone Internet.”

Esta palabra surge constantemente en las redes, y veo que hay escándalos como consecuencia de los videos que algunos publican, llegando a extremos ofensivos para lograr aumentar las visitas a ellos, no dudando en afectar incluso la integridad personal de quienes participan.

He leído últimamente un caso de una pareja que hace burla de su pequeña hija frente a sus filmaciones, con lo que se convirtió en un problema para Bienestar familiar y los derechos de los niños, y alcanzo a leer que su padre dice que su error fue haber publicado los videos. (¿?????) O sea que en la intimidad del hogar ¿continúa molestando a la pequeña? Pero, que aprendió la lección y no va a publicar lo que le hace. Pues, esto fue lo que entendí de su disculpa ante el público.

Hay personas que han aceptado retos a través de estos medios y como consecuencia se han intoxicado y han estado al borde de la muerte, porque un “influencer” retó a sus visitantes a tomar una bebida tóxica.

Me pregunto si es que el aburrimiento ha llegado a tal extremo en nuestra juventud, que necesitan realizar actos peligrosos para que su adrenalina los satisfaga y puedan seguir adelante, si es que salen victoriosos en sus hazañas e ir a buscar nuevos retos.

Si me parecía agresivo ver una broma, muy americana (del norte), cuando en el cumpleaños de alguien, le aplastaban la cabeza contra el pastel como un acto conmemorativo y divertido en su celebración. O en aquellas famosas películas que todo se convertía en humor de pastelazo, todos contra todos tirando tortas al aire.

Pero al parecer este es el sentido del humor de ciertos sectores y que personalmente, no comparto.

Y todo empieza por casa, hay un video en el que una niña mira con ilusión so torta de cumpleaños con 3 o 4 velitas encendidas y al momento de apagarlas, otra niña las apaga. El rostro triste y a la vez enojado de la homenajeada, inicia una pelea entre ellas. Y a pesar de que la madre vuelve a encender las velitas y se intenta la paz en la reunión. Sin embargo, ese video se volvió viral, fue publicado una y otra vez y sacaron memes alusivos al hecho, adicionándolo con más comentarios.

Hay de todo en la viña del Señor, y este tipo de humor cunde especialmente en las redes sociales.