Como sugerencia, creo que todos los colombianos debían ver a través de netflix la Temporada 17 de Grey’s anatomy, toda referida a la pandemia que nos afecta desde el año 2020, aunque creo que en realidad ya venía progresando desde el año anterior, o sea el 2019.
Cuando veo a las personas en reuniones, paseos de olla e incluso en los Templos en cualquiera de sus celebraciones, incluida la iglesia católica en donde ya no hay distancia ni tapaboca, y la comunión se coloca en los labios del feligrés, me deprimo, sí, pienso que lo mínimo es respetar este virus, porque ya son demasiadas muertes las que han ocurrido y según la estadística, aun diariamente fallecen hasta 43 personas como consecuencia del mismo.
En la Temporada 17 de la serie que les cito, tratan hasta el agotamiento y paso a paso lo que sucede dentro de la clínica u hospital, los diferentes contagios, tal y como hemos venido viviendo estos eventos en la vida real, los pacientes que llegan contagiados por negligencia y los que no creen, la actitud de muchos seres humanos ante la pandemia y la lucha de médicos, enfermeras y voluntarios para atender las filas de personas que a diario llegan.
Es cierto que dicen que el virus ha bajado, pero no se ha ido y seguimos arriesgándonos cada día por un descuido, por no usar un cubre-boca, por no guardar una pequeña distancia y no tener la precaución de lavar las manos, hasta el codo, como me aconsejó un médico, no es simplemente las manos, es el brazo que está expuesto.
Esto suena a cantaleta y a muchos ya los veo haciendo un gesto despectivo a mi preocupación.
Aún recuerdo la mirada de disgusto que me lanzó una pareja de fumadores empedernidos, cuando les dije que se cuidaran y le bajaran al cigarrillo, y les puse como ejemplo a mi hermano quien, a pesar de haber dejado de fumar por un tiempo de 10 años, ya tenía afectado un pulmón y posteriormente el cáncer se propagó a otras partes de su cuerpo. Sobra decir que él ya no está para advertirles más.
A veces cuidarse no es suficiente, hay que cuidar a los demás, porque los demás pueden ser nuestros padres, hermanos, hijos, nietos y por supuesto la familia que elegimos, los amigos.
Pero nadie coge experiencia en cabeza ajena, eso es una verdad que no cambia, cada generación ve lo que sucedió atrás y cree que a ellos no les pasará, así que simplemente dejo caer esta piedrita en las arenas del desierto a ver si de pronto alguno la recoge.
Comentarios recientes