Cada vez me alejo más de las noticias a través de las redes sociales, el ¿por qué? Por el amargo sinsabor que me queda después de ver los videos y comentarios que encuentro en ellas.
Con las redes sociales me di cuenta que muchas de las personas que admiraba y tenía en concepto muy alto, aquí se destaparon y dejaron ver su verdadero “yo”, se derrumbaron los personajes tanto del ámbito nacional como de la farándula y del diario vivir. Y no me refiero solo a las feas reacciones de los políticos, tan de moda en este momento, sino también a la gente del común que no se cansan de emitir insultos e inventar situaciones con tal de ensuciar la honra de otros y estos otros para defenderse, tampoco escatiman palabras en contra de aquellos.
No somos perfectos, claro que no, pero ahora se observa con mucha frecuencia noticias sobre crímenes agotados por padres contra hijos, hijos contra padres, amigos, relacionados, etc., la vida sin lugar a dudas se a convertido en algo sin valor, si hasta los niños toman la “injusticia” por sus manos y actúan acuchillando a sus compañeritos sin piedad alguna. Los animales no han quedado exentos de la crueldad humana.
La evolución humana, desde el principio de los tiempos, el ser humano ha sido cruel, violento, y más bien con el correr de los años debemos catalogarnos como seres en involución, no vamos hacia adelante, y no podemos decir que al ir paso a paso en retroceso vayamos a mejorar.

Mi sueño de niña fue vivir en un país sino perfecto, por lo menos con respeto por nuestros congéneres, a medida que crecía, conociendo la vida en algunos países europeos, me di cuenta que los defectos que yo veía en mi país, también los tenían aquellos, y cada día empeoraban.
¿Cuál es el futuro que nos espera? Pero, sobre todo, ¿cómo será el mundo que dejamos a nuestros hijos?
Se que he sido muy ingenua durante toda mi vida, nunca me di cuenta si me estaban haciendo el tan conocido término “bullying”, cuando alguien me hacía un desplante, simplemente lo entendí como que no le caí bien y me pareció lógico que no me atendiera por ese sentir, no me sentí ofendida. Pero ahora con el paso de los años, con unas cuantas arrugas, muchas canas y bastante experiencia, entendí que efectivamente me hacían ataques por ser colombiana, por haber ganado una posición, incluso por ser de color clarito, pero la verdad, me alegro de no haberme molestado en su momento, ya que viví sin preocupación alguna por aquellas actitudes.
A través de las redes, repito, encontré otro tipo de agresividad, con palabras, emoticones y videos, todos dañinos hacia otras personas. Hasta videos emocionales son atacados y criticados inmisericordemente. Y es que mucha gente comparte sus momentos familiares, tal vez con la creencia inocente de que quienes lo vean se van a conmover y a compartir su experiencia, pero desgraciadamente estas vacaciones muchas veces han servido para que gente interesada en causar daño, encuentre el lugar perfecto para agotar un crimen.
Me consuela saber que también, en las redes, he podido encontrar un bálsamo para superar este período tan nefasto, con películas y series que plataformas como Netflix, HBO, Disney etc. dejan a nuestra disposición.
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