El aborto I
La palabra “abortar” según el diccionario significa:
- Expulsar el feto muerto antes del tiempo de gestación necesario, de forma natural o provocada.
- En botánica es dejar de crecer un órgano de una planta.
- En la vida, interrumpirse o fracasar un proyecto antes de completarse.
- En medicina, desaparecer o curarse de una enfermedad antes del tiempo de evolución previstos.
- Interrumpir una acción o un proceso antes de que finalice o se complete.
Y ¿qué es feto?
Es el embrión de los vivíparos a partir del momento en que ha adquirido la conformación de la característica de la especie a que pertenece, siendo el tercer mes de gestación en los seres humanos hasta el nacimiento.
Este tema me hiere tremendamente y con esto no quiero decir que no considere que la mujer tiene derecho a abortar en determinadas situaciones de la vida, por circunstancias que ya han sido señaladas por la ley y la medicina, pero sí considero que hay que revisar el tiempo en que se puede practicar algo tan drástico y negativo para el ser humano.
En el pasado cuando una mujer perdía a su hijo, regularmente al inicio de la gestación, se le llamaba “pérdida” en algunos casos hasta lo llamaban, “tuvo una novedad”.
Perder un bebé al inicio de la gestación, cuando ni siquiera sabíamos que nos encontrábamos en estado de buena esperanza, es tremendo. Algunas personas pueden pensar que no significa nada, ya que apenas si tendría el tamaño de un grano de mostaza y sin embargo, lo que una madre siente en ese momento no tiene comparación con ningún otro sentimiento. A la mayoría de las mujeres cuando empiezan una familia, les ha pasado esto, no sé la causa, pero con muchas personas con las que he conversado del tema me han confirmado que perdieron a su primer hijo(a) y al contarlo no pueden evitar sentir pena por haberlo perdido.
El hijo(a) que llega después lo llaman “arco iris”, algo así como la alusión a esa famosa frase que indica que después de la tormenta en el cielo aparece el arco iris, viendo todo lo bueno que significa la llegada de este nuevo miembro de la familia. No es un reemplazo, es la ilusión y la esperanza.
Y el padre también sufre con la pérdida de su hijo, algunas veces el duelo para ellos llega más tarde que en la mujer, sobre todo cuando han tenido la misión de apoyar a la dolida madre y su posición los obliga a permanecer menos sentimentales mientras aquella se recupera.
Por esto me lastima que se tome a la ligera el aborto, puede que en los inicios esa pequeña semilla no represente un bebé, aún no se ha formado, ya que el periodo fetal tan solo comienza a los tres meses de gestación, sin embargo, ya hay vida en el vientre de la mujer, ya hay un cambio hormonal, aunque ni siquiera se de cuenta de su estado empieza una reacción en su carácter, hay algo diferente en su cuerpo.
Hasta aquí dejo este tema, que en este momento es tan sensible en la sociedad por los eventos recién acaecidos en la ciudad de Popayán (Cauca).
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