Pastor Diego Arbeláez
“El futuro pertenece a los que creen en la belleza de sus sueños, a quienes ven las posibilidades antes que estas se hagan realidad.”
¿A QUÉ ASPIRA USTED?
La visión, que una forma de ver con el alma, es la clave para impulsarnos al terreno de lo que se puede hacer y llegar a ser, y que todavía no existe. La visión le libera de las limitaciones que ven sus ojos y le permite entrar a la libertad de todo aquello que el corazón puede sentir. Quien solo ve la inmediatez, no ve nada. Es la visión la que hace que lo invisible se vuelva visible y que lo desconocido se convierta en realidad.
Para los verdaderos visionarios, el mundo imaginario de sus visiones es más real que la realidad concreta que los rodea. De hecho, el sueño de un visionario es su verdadera realidad.
Hay una historia acerca del momento cuando se abrió el centro de diversiones Disney Word y que sólo tenía un juego mecánico funcionando. Walt Disney se encontraba sentado en una banca del parque, y parecía que sólo estaba mirando hacia el espacio. Uno de sus trabajadores, que estaba cortando el pasto, pasó junto a él, y le dijo, “¿Cómo está usted señor?” Sin siquiera voltear a ver a este hombre, le contestó, “Bien”, y continuó contemplando al cielo. Así que el hombre le dijo, “Señor Disney, ¿qué está haciendo usted?” El respondió: “estoy viendo mi Montaña del Espacio. Yo puedo ver esa montaña justo en este lugar.”
Walt les contó a sus arquitectos acerca de esta montaña. A medida que él hablaba, ellos escribían lo que él decía, y entonces, ellos dibujaron los planos. Walt murió antes de que la Montaña del Espacio fuera construida, así que él nunca la pudo ver terminada en el terreno físico.
Cuando la Montaña del Espacio fue inaugurada, el gobernador y el alcalde estaban presentes, y la viuda de Walt también estaba ahí. Uno de los jóvenes ejecutivos se puso de pie y la presentó diciendo: “Es una lástima que el señor Walt Disney no esté aquí el día de hoy para ver esta montaña, pero estamos muy contentos de que su esposa esté aquí.”
La señora Disney caminó hacia el pódium, miró a la multitud, y dijo: “Debo corregir lo que este joven acaba de decir. Walt ya había visto esta montaña, a él no le sorprendían los éxitos porque siempre los experimentaba mentalmente. Somos nosotros los que la están viendo por primera vez.”
El mundo de un ciego está limitado a lo que toca; el mundo del ignorante queda dentro de los límites de su escaso conocimiento; el mundo de un visionario se define por los límites de su visión. Si su visión es grande, así será su potencial para el éxito. Sí, cada persona es del tamaño de lo que se propone hacer. ¿Se imagina entonces el tamaño del que no tiene metas? Eso explica por qué, esta persona vive aburrida, amargada y dando lora.
¿Cuál es ese sueño que le quita el sueño? ¿Con qué sueña? ¿Hacia dónde se dirige usted? No me diga que sólo sueña con el televisor prendido. O como el tipo me decía: “Mi sueño más grande es el que me da después de almorzar.”
En serio, ¿le ha dado Dios a usted una visión a través de una conferencia o un escrito? ¿Le dio Dios una inspiración de un momento a otro mientras trabajaba o viajaba? ¿Tiene usted algo que le quema en el pecho? ¿Se calienta su sangre cuando piensa en ese sueño?
Sueñe eso que quiere. Vaya allí donde quiere ir. Busque eso que quiere ser. Porque la vida es una sola y siempre existen posibilidades de hacer las cosas que quiere hacer, si realmente se lo propone.
Fije en su mente su sueño más querido, ofrézcaselo a Dios y siga trabajando por su sueño. Diga como el salmista: “Señor, delante de ti están mis deseos, y mi suspiro no te es oculto.”
Con Cristo, usted puede conseguir cualquier meta si sabe cuál es, si la desea ardientemente, si es una buena meta, si cree que puede alcanzarla y si lucha por conseguirla. Espere en Dios por la realización de su sueño. Si él le ha dado un sueño, él le ayudará a que se cumpla. Cuando él da una visión, da también la provisión. Esto es cuestión de fe. La Biblia dice: “Deléitate asimismo en Jehová y él te concederá las peticiones de tu corazón.”
Esta es mi bendición: “Que el Señor te responda cuando estés angustiado; que el nombre del Dios de Jacob te proteja. Que te envíe ayuda desde el santuario; que desde el templo te dé su apoyo… Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes.”
Walt Disney
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