Enero 27 del 2020
Requisas
Hace poco escuché a algunas personas protestar por las requisas que practican los funcionarios de orden público a peatones cuyo comportamiento parece sospechoso. El alegato era aducir que en la mayoría de los casos quienes eran sometidos a este procedimiento, eran precisamente las personas más inocentes, mientras los bandidos pasaban sin pena ni gloria.
El caso es que años atrás me encontraba en el aeropuerto el Dorado en Bogotá, esperando el vuelo que me llevaría de regreso a Madrid-España. Acababa de dejar a mi pequeño hijo en Cali y en mi rostro se reflejaba la tristeza que esa decisión me causó. Me encontraba sentada en la sala de espera, cuando como una exhalación se me acercó una agente de la policía requiriéndome para una requisa. Me levanté y accedí sin problema.
Me llevaron a un cuarto en donde revisaron todas mis prendas de vestir, incluso las tirillas del sostén, vaciaron mi bolso y al no encontrar nada raro, simplemente me devolvieron mis pertenencias y me dejaron ir.
No me quejo por el procedimiento, la verdad es que lo único que me pareció “chocante”, es que ni siquiera me preguntaran qué me pasaba, simplemente y sin hablar hicieron todo y de igual forma me despidieron.
Ahora al cabo de los años y viendo programas como “Alerta aeropuerto”, en donde son múltiples personas las que van literalmente, cargadas con droga, entiendo la paranoia de los funcionarios.
En cuanto a este procedimiento en las calles, lo he visto practicar en situaciones en que algunos sujetos sospechosos se desplazan en actitud un tanto rara. Muchas veces me ha tocado ver como algún muchacho, va caminando entre los carros observando lo que hay al interior de ellos. Esto es por demás sospechoso.
Sin embargo, la gente reclama, derecho a la intimidad, abuso de autoridad y otros más, que en el momento no recuerdo.
Al entrar en un Banco, es lógico que haya scanner, ni más faltaba que los clientes llegaran armados a ese lugar, vean lo que sucede en los supermercados, sin ir más lejos, hoy, vi en las noticias que unos jóvenes, bajo el pretexto de hacer domicilios, entran con su enorme mochila a la espalda y sacando un arma de fuego de su cintura, empiezan a saquear no solo el establecimiento sino a los clientes que allí se encuentran. De haber tenido un scanner, habrían detectado que el sujeto estaba armado.
La inseguridad obliga a tomar medidas y una requisa por gente autorizada, en lugares que obviamente demandan tener cuidado o cuando hay algo sospechoso en las calles, no afecta la intimidad de nadie. Esa muletilla que están sacando ahora para todo, esa si que nos está afectando.
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