Rvdo. Silvio Gil Restrepo
LECTURAS: Hech.11,1-18; Ps.148; Apc.21,1-6; Jn.13,31-35
«El ámense unos a otros a ejemplo de Jesús».
La sagrada liturgia de este domingo nos trae bellas enseñanzas bíblicas que si las ponemos en práctica nos ayudarán a mejorar nuestra vida de relaciones humanas, y, por tanto, a ser mejores discípulos de Cristo. –El evangelio de hoy nos habla pues del mandato supremo de Jesús cuando dice: «un mandamiento nuevo os doy, y es que os améis unos a otros como Yo os he amado”. –Y cómo nos ha amado Jesús? Pues nos amó, dice el evangelio, hasta el extremo, esto es, hasta dar la vida por los suyos, por sus discípulos, por nosotros.–de tal modo que podemos decir que el amor de Cristo es integral.
-Esto es, que aun siendo pecadores, nos ama tal como somos, con cualidades y defectos, pero mirándonos en El como ideal de perfección.-Por ello podemos decir que su amor es también transformador hasta llevarnos a ser parecidos a Él, o como tan bellamente dice san Pablo: “sed imitadores míos, como yo lo soy de Cristo».–Su amor también es gratuito, porque «él nos amó primero», a sabiendas de que somos pecadores.–Su amor también es como el amor del pastor por sus ovejas: que las cuida y las ama.–Su amor es también un amor de misericordia al extremo, porque da la vida por los suyos.–Y nos ama también Jesús con el amor del Padre, que precisamente lo envió para que fuésemos rescatados por él de las garras de demonio que quiere nuestra perdición.–Y nos amó pues Cristo con el amor que viene de Dios: “porque Dios es amor», y su ejemplo nos da también la capacidad de amar.–E incluso nos da la capacidad de amar a los otros, y también de amar al que es distinto, porque entre otras cosas, no podemos ser todos igualitos, como si fuéramos muñecos de fábrica.–Lo hermoso de las relaciones humanas es precisamente que por ser todos distintos, podemos también aprender los unos de los otros, y ayudarnos unos a otros supliendo nuestras falencias.–Hermanos en la fe de Cristo, aprendamos pues a acogernos a su amor, y a ponerlo en la praxis de nuestras vidas y de nuestras relaciones humanas «por un mundo mejor».–Que así sea.–¡Amén !
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