Ya el calendario marcó 8 de enero del 2024, empezó este día con un sol brillante y la promesa de mucho calor. Es un día festivo, el día de reyes que sería el 6, pasó a ser el 8, o sea que en este año estos visitantes del niño Jesús tuvieron dos días extras para llegar.

Personalmente el mes de enero, transcurre de una manera vertiginosa, apenas si se tiene tiempo para adaptarse a escribir las fechas con el nuevo año incorporado.

Los programas radiales que se interrumpieron durante las vacaciones empiezan a saludar de nuevo y a anunciar nuevas incorporaciones, saludos van, saludos vienen.

Es hora de ponernos serios y mirar que nos trae este año. Si miramos las cabañuelas, nos presagia un año bastante caluroso. Aparte del estado del tiempo no he escuchado los presagios para el país que hacen anualmente los astrólogos.

Regularmente las predicciones se dirigen a los mandatarios y políticos del país, por tanto, como pueden estar influenciados por sus relaciones e inclinaciones hacia determinados partidos, poca información real se puede extraer de sus manifestaciones.

Eso sí, con seguridad sabemos que estamos en un año bisiesto; que se nos vienen los juegos olímpicos y paralímpicos; habrá nuevas películas; más impuestos, alzas de precios y salarios, etc; y como siempre, desigualdad económica, emergencia climática, supongo, adelantos en la transformación digital y por supuesto afectación en la economía.

Como no soy experta en economía dejo el tema para los conocedores de la materia.

Para este mes que ya avanza, se empezó con los carnavales de negros y blancos en Pasto; luego la feria de Manizales con reinado de belleza y las temidas corridas de toros; luego se viene el festival de música en Cartagena; ni que hablar del festival centro, con música alternativa en Bogotá; también está el festival de literatura y periodismo en Cartagena y como no mencionar la fiesta del geranio, la de las rosas y el de la panela y la marqueza en Antioquia.

Así que sin tener que adivinar, hay muchas cosas que ocurren en este mes que avanza, aunque ninguna sea una sorpresa para el país ni para nosotros.