En alguna ocasión les comenté que en España los regalos se entregan el seis de enero, conmemorando la visita de los tres reyes magos a Jesús recién nacido a quien le llevaron oro, incienso y mirra.
En muchos países esta festividad se celebra de distinta manera, por ejemplo, en México colocan el calzado bajo el árbol de navidad o junto a la ventana. La razón de ser de dejar los zapatos la noche del 5 de enero está relacionada con el niño Jesús. Existe una leyenda que refiere a dos amigos del niño Jesús quienes apenados de verlo descalzo, quisieron regalarle sus propios zapatos, pero para que parecieran nuevos los lavaron y colocaron sobre la ventana para que se secaran. Al día siguiente los zapatos estaban llenos de regalos y dulces. Se adjudica a los reyes magos este acto generoso, ya que ellos habían pasado por allí.
En mi casa, existía la costumbre de entregar los regalos la noche de navidad, o sea, al momento del nacimiento del niño Jesús y según mi madre, cuando no alcanzaban a repartir todos los regalos esa noche, se guardaban para el 6 de enero, para que los reyes magos los entregaran.
Hay mucho que decir acerca de estos personajes, Mateo los menciona refiriéndose a unos viajeros que visitaron a Jesús, no da nombres, ni tampoco los titula como magos. Aparentemente se trató de tres hombres sabios que llevaron tres regalos, se dice que fueron tres hermanos a quienes les dieron ciertos nombres, Melchor que imperaba sobre los persas; Baltasar sobre los indios y Gaspar el país de los árabes. Pero se desconoce en realidad la verdadera historia de estos personajes.
Más no tengo interés en polemizar acerca de la existencia o no de estos personajes. En realidad, la razón de ser de este blog es comentar el por qué se ofrecen regalos el día 6 de enero, fecha conocida como el día de los reyes magos.
En conclusión, no es el niño Jesús el que reparte regalos, sino conmemorando la visita de los susodichos reyes se entregan regalos.
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