Me acaban de enviar un video sobre esta frase “ya p’qué” e imagino que muchos saben de lo que estoy hablando. De la vejez, de quienes ya hemos traspasado el séptimo piso de nuestra edad, y que mucha gente joven que nos mira desde afuera, le parece que perdemos el tiempo si realizamos determinadas tareas o si nos arreglamos de forma especial.

Me gusta comentar las cosas, por experiencias personales. Mi padre cuando llegaba a sus 80 años, salió de casa y pasó todo el día por fuera, sin saber a qué había salido. Pues resulta que tramitó su licencia de conducción y volvió con un audífono que le habían colocado en el Instituto de niños ciegos y sordos. No nos dijo nada, seguramente pensaba que de pronto le diríamos que “ya p’qué” si nosotros lo transportábamos, pero el audífono, se me hizo extraño que no se le hubiera llevado al otorrinolaringólogo. Un día conversando con él, me dijo que a él lo veían viejo, pero que él no se sentía así.

Mi madre fue siempre una persona que se preocupaba de su apariencia, sin embargo, a medida que pasaban los años, empezó a usar ropa suelta, tennis, pantuflas, en fin. Ya enferma postrada en la cama, yo opté por arreglarla, colocarle sus joyas, mantenerla muy bien puesta, y así lo hice hasta su último momento. A ella le gustaban mucho las flores, y había una, que ella admiraba desde el interior de la casa, una flor roja que sobresalía en el muro del patio trasero. Una mañana temprano, corté una muy linda y se la coloqué sobre la almohada, para que al despertar la viera. Fue la última sonrisa que logré arrancarle antes de su partida.

Ahora que soy mayor, no quiero decir, ni que me digan: “ya p’qué”. Sigo buscando cosas para aprender y ojalá tenga oportunidad de ver tantas mejoras en la tecnología. Cuando veo películas de ficción en donde se ven cosas que quizás algún día puedan ser realidad, me ilusiono pensando que quizás llegue a disfrutarlas.

Una mañana al mirarme en el espejo, vi que me había convertido en mi madre, es decir, que había llegado a la madurez, pero en ese mismo instante me prometí que seguiría mirando el futuro con entusiasmo.

Ahora viendo el video que me mandaron, es de María Francisca Echeverry, es médica geriátrica y tiene varios videos en YouTube, así que, si les interesa el tema, búsquenla que es muy interesante.

Es una forma de ver a la gente mayor, una enseñanza para llegar a la madurez, sin olvidar que no somos jóvenes, pero que si tenemos mucho por aprender y vivir.