Rvdo. Silvio Gil Restrepo

Sacerdote Anglicano

Comentario Brevis

LICENCIADO EN FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA, POR LA UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS DE BOGOTÁ, COLOMBIA. –DOCENTE DE ETICA Y LENGUAJE PROFESIONAL: ESPAÑOL, EN EL SENA: SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE – CALI, COLOMBIA -, DURANTE 23 AÑOS.

DIPLOMADO EN UNIVERSIDAD JAVERIANA-CALI, EN FORMACIÓN GERENCIAL EN EMPRESAS, AÑO 2004. AUTOR LIBRO DE ÉTICA Y RELACIONES HUMANAS, EDICIÓN PAULINAS, AÑO 2000

LECTURAS: Is.50,4-7; Ps.21; Flp.2,6-11; Lc.23,1-49

 «Cristo nos redime con su sufrimiento».

 La sagrada liturgia de este domingo de Ramos nos trae bellas lecturas bíblicas que deben ponernos en contacto con la realidad del Cristo que entra triunfante a Jerusalén: Bendito seas porque vienes en nombre de Dios.

 – ¿Y vienes para qué? – para traernos la salvación a todos los que en ti creemos. – Sí, para salvarnos a través del misterio de tu vida, pasión, muerte y resurrección. – Y lo haces entrando a la ciudad de manera humilde sentado sobre un borrico, pero aclamado por los humildes del pueblo que te esperaban: «Si estos callaran, gritarían las piedras”. – Y se inicia así pues el misterio de nuestra redención a través de los acontecimientos de ésta la llamada semana mayor. Y mayor porque en ésta semana recordamos días de gloria como el jueves santo, en el que consagras a tus apóstoles: «ardientemente he deseado celebrar ésta pascua con vosotros», sí, porque Él sabía que era la última con ellos, y deseaba darle todo el esplendor y contenido teológico profundo, pues quería que ellos fuesen los continuadores de su obra: «no me han elegido ustedes a Mí, sino que Yo os elegí a vosotros».-Y os elegí para que «sigan haciendo esto en memoria de Mí».-Y haciéndolo, continúen su obra de salvación para toda la humanidad hasta el fin de los tiempos. – Aprovechemos pues hermanos en la fe de Cristo, estos días sagrados en los que la Iglesia desea que rememorando el misterio de su pasión, muerte y resurrección, nos los apropiemos espiritualmente de tal modo que ciertamente nos sintamos muy cerca de Él, porque por su cruz y resurrección fuimos salvados. ¡Amén!