Hace un tiempo leí un artículo de Sirirí referido al cabello cano, en el citaba a las personas que últimamente han dejado de tinturarse el cabello para dejar que las canas salgan a relucir.

Durante el año de encierro por causa de la pandemia, muchas personas dejaron de ir a los salones de belleza y por ende cuando terminó el segundo año de cuidado, especialmente las damas, salieron a buscar sus tratamientos, pero muchas de ellas optaron por explotar la belleza de su cabello plateado.

Sólo una vez y siendo muy joven tuve la curiosidad de cambiar mi cabello, así que me apliqué lo que en ese entonces era conocido como “rayitos”, la verdad es que no tuve la paciencia para estar haciéndome enjuagues para conservar el color. El caso es que nunca más me preocupé de cambiar el color de mi cabello y cuando menos pensé ya tenía los hilos de plata cubriéndome toda la cabeza.

Miren por donde esta cabeza plateada ha servido para ser atendida prontamente en algunos establecimientos, lograr entradas preferenciales en otros y especialmente en los consultorios médicos son muy tenidas en cuenta.

Una amiga mía decía que “las canas no son vejez” y explicaba que la razón de ellas se debía a que el cabello ha perdido su pigmento por escasa producción de melanina, pero la verdad que esto solo cuenta para gente joven que ostenta cabello blanco. Quienes hemos pasado los umbrales del séptimo piso no podemos decir lo mismo, ya que hay otras características que nos definen como adulto mayor.

Mi madre ostentó a sus 80 años, las canas blancas más brillantes y elegantes de las que se podía presumir, sin embargo, cada vez que le cortaba el cabello me preguntaba si ya tenía toda la cabeza cana, porque no le gustaba que en la nuca todavía tuviera una zona gris, es decir mezcla de cana y cabello negro que no le parecía muy bonito.

He conocido gente cercana que no acepta las canas de ninguna manera y desde temprana edad empezaron a teñir su cabello con tonos castaños para disimular las mismas y ahora cuando su rostro aparece inevitablemente cambiado por los años, el cabello hace que su imagen no corresponda y se vea bastante rara.

Hace poco conocí a una señora, de estas que se tiñen el cabello de color clarito, poco después ingresó a la clínica donde la tuvieron por más o menos un mes, cuando salió de allí la vi con su cabello cano por partes ya que la parte rubia había bajado un toque. Pero mi sorpresa fue grande cuando pasados unos días me la encontré con el cabello totalmente oscuro, nada que ver con la señora que había conocido. El caso es que el rostro amable del inicio dejó de serlo con el cambio de color del cabello. ¿Pueden creerlo? El cabello castaño claro la hacía bondadosa, el cabello oscuro le dio un tinte hosco al rostro.