Hay dos temas que siempre evito: la política y la religión, creo que hay que respetar al prójimo en sus preferencias y por eso nunca toco estos temas. Comento lo anterior, porque recibí un e-mail insinuándome que hiciera algún comentario al respecto, ya que hay mucha tela para cortar en esa área, pero al igual que respondí el correo, repito, no es tema que me guste comentar porque siempre habrá alguien en desacuerdo, alguien ofendido, alguien que se siente con derecho a intervenir, etc. etc. Así que me abstengo de hacerlo.

La prensa, la radio, las redes y todos los medios disponibles en este momento, recorren las noticias desde la guerra Rusia-Ucrania hasta llegar a la pandemia, ésta última ha perdido vigencia, sin embargo, no quiere decir que haya terminado, porque los contagios siguen, los pacientes fallecen, en fin.

Y hablando de la pandemia, todavía hay personas que adjudican el fallecimiento de sus familiares como consecuencia de la vacuna. Hace poco vi en las noticias que un caballero de la tercera edad se había vacunado y poco después había muerto. De inmediato las redes, sobre todo quienes no comparten la idea de vacunarse, empezaron a pregonar que esto había pasado precisamente por haber cumplido con el refuerzo de esta. Pero encontré en otro de los medios, que el señor, había sufrido tres infartos antes de vacunarse y después de la vacuna sufrió el cuarto. No creo que la inoculación haya sido la causa de su deceso, sino su propio estado de salud.

Pero no es solo el coronavirus el que está afectando a la humanidad, se olvidan que hay otra enfermedad que ya no mencionamos con mucha frecuencia, pero que ha causado más muertes que esta bacteria. Si, creo que en casi todas las familias ha existido algún caso de cáncer, todos los hogares hemos tenido esta dolorosa visita, y no puede controlarse con una vacuna, para ella no hay más tratamiento que la consabida quimioterapia, radioterapia, cirugías y otros tratamientos que hacen sentir al paciente cada vez peor.

El cáncer en sus distintas fases se ha llevado muchas vidas y todavía no he escuchado a nadie que diga que tal o cual persona falleció porque le hicieron el tratamiento, no, en este punto ya hay casi que resignación con lo que sigue.

Sé que esta columna está un tanto tétrica, quizás porque llevo algunas semanas viendo el sufrimiento humano en documentales de la vida real, he viajado al pasado, bien atrás, desde la persecución a los cristianos, he seguido con los judíos y su intento de exterminio por parte de Hitler, he continuado con las guerras hasta aterrizar en la que nos tiene rezando para que termine y permita que tanta gente, rusa y ucraniana se puedan recuperar.

Y eso que no estoy comentando los caos que ha causado la ola invernal en este país, estos también acaban con vidas, y no se diga más sobre los accidentes, de toda clase, hasta los más simples dejan un rastro de sangre y dolor.

Espero para mi próximo blog estar más optimista y llevar a sus hogares un toque de alegría y optimismo.