Rvdo. Silvio Gil Restrepo

LECTURAS: Gén.14,18-20; Ps.109; 1 Cor.11,23-26;Lc.9,11-17

 «Corpus Christi:  Cuerpo de Cristo»

 La sagrada liturgia de este domingo nos trae una hermosa y muy antigua festividad llamada del Corpus Christi, o del Cuerpo de Cristo, por el cual la Iglesia universal desea conmemorar de manera especial el recuerdo del regalo que Jesús quiso dejarnos a sus discípulos de todos los tiempos, y es nada menos que la conmemoración de su última cena con sus discípulos en el Cenáculo de Jerusalén, la noche del jueves santo, víspera de su pasión y muerte en la cruz por nuestra salvación. Y por ello la Iglesia nos trae en sus bellas lecturas bíblicas de este día, por ejemplo, este pasaje de san Pablo a los Corintios, que resumimos así: en la noche en que Jesús fue entregado, tomó pan y vino en sus manos y lo ofreció a sus discípulos diciendo: tomen y coman de este pan y de este vino, porque ellos son mi cuerpo y mi sangre que son entregados por vosotros para el perdón de los pecados, y sigan haciendo esto en memoria de Mí. Y con ésta ofrenda tan humilde Jesús ha instituido nada más y nada menos que el sacramento de la Eucaristía, como el memorial de su pasión y muerte, y ha ordenado a sus discípulos de todos los tiempos que lo sigan celebrando para que sea el alimento espiritual de los suyos, porque «quien come su cuerpo y su sangre, tendrá la vida eterna». Y por ello, la Iglesia en todo el mundo continúa celebrando con tanta unción el sacramento de la eucaristía, y de manera especial esta festividad para recordarnos la expresa voluntad de Cristo de que sus discípulos de todos los tiempos permanezcamos unidos a El en la mesa en la que El mismo se nos da como el alimento espiritual de nuestra fe y de nuestras almas para llegar con El a la vida eterna. Que así sea. ¡Amén!