Estaba viendo unos videos con la costumbre, creo que es mexicana, de estrellar la cabeza del cumpleañero contra el pastel, y no pude evitar mi reacción ante el mal gusto de esta práctica, en él un menor que ilusionado se acerca a su torta, que es grande y muy bien decorada y su propia tía, le empuja contra el pastel. La reacción del menor fue de rabia, obvio, empuja y golpea a su parienta y además tira la torta.
¿Lo culparía por esta reacción? Y no ha sido el único. Hace poco vi una pareja que acababan de contraer nupcias y el recién casado al momento de cortar el pastel de bodas, sin dudar un segundo tomó a su esposa del cuello y la estrelló contra el pastel, quien tenía aún, su vestido de novia, hermoso. ¿por qué?
Para mí esto ya muestra la clase de trato que va a recibir de su esposo.
A mi madre le encantaba que le celebraran su cumpleaños, ella misma se encargaba de prepararse físicamente para que le tomaran la foto de rigor, claro que hubo una época que cumplió algo así como tres años, los mismos 36 años, no pasaba de ahí.
Pero volviendo atrás, tal parece que en México es toda una tradición y la llaman “La mordida”, se supone que ello trae alegría y risa a la reunión, sin embargo, como las tortas traen unos palillos en su interior para evitar que esta se caiga, los accidentes han sido nefastos, el palillo se ha enterrado en el rostro del cumpleañero y la fiesta termina en el hospital. De todas maneras, dañar la torta y luego repartirla a los invitados es antihigiénico. Además, creo que el festejado lo convierten en motivo de burlas.
Personalmente y desde hace varios años, me prometí descumplir años, así que en vez de celebrar se descelebra, y por tanto todos quedamos tranquilos.
Creo firmemente que estas celebraciones van más con los niños, ya que cuando somos pequeños no vemos la hora de crecer y crecer y nos parece que el tiempo se ha quedado detenido y que ese próximo cumpleaños nunca llega. En cambio cuando hemos superado la llamada tercera edad, el tiempo vuela, los años apenas si nos da tiempo para conmemorar tantos eventos que transcurren durante los doce meses que vivimos y cuando menos pensamos estamos pidiendo pista para pasar a otro plano.
Si festeja su cumpleaños, me alegro mucho, disfrútelo, que sea inolvidable. Si no lo hace goce su vida a su manera, tal y como dice Frank Sinatra en su famosa interpretación de “My way”.
Comentarios recientes