Les tengo que comentar mi experiencia con la serie americana “Cold case”, o “Casos cerrados”, que es lo mismo. La había visto hace tiempo, pero de esas cosas que por tratarse de investigaciones no puedo dejar de verlas una y otra vez.

El caso es que además de haberla disfrutado enormemente, tuve que sacar nuevas conclusiones, así que se las voy a transmitir.

Ante todo, he llegado a la conclusión de que los americanos son lindos pequeñitos, incluso llegan a la adolescencia como unos jovencitos muy bien parecidos, tal y como nos los presentan en esta serie. El pasado con los hechos, tales y como aparentemente se desarrollaron, pero con el halo de duda sobre la inocencia de quien pagó equis número de años en la cárcel por una investigación que fue abandonada en el sótano donde guardan los archivos que por la razón que fuera, consideraban estaba resuelto, o simplemente no había ninguna prueba que los animara a seguir investigando y simplemente se guardaba en una caja con la fecha y el nombre de la supuesta víctima.

Sin embargo, cuando empiezan a investigar, estos hermosos gringuitos, son llevados a declarar o testificar, como quieran llamar a esta diligencia, vienen convertidos en unos señores obesos, la mayoría, abandonados. Y lo que es peor, la mayoría han delinquido de una u otra forma.

De otro lado, tenemos un grupo de detectives dedicados a la investigación de homicidios, sobre todo de esos que están archivados y olvidados. Siempre llega alguien de afuera o de dentro del grupo, con un dato nuevo que los impulsa a abrir de nuevo la investigación. Hasta aquí, es el servicio más loable de estos funcionarios, quienes a pesar de encontrarse a veces con miles de trabas que sus propios compañeros les ponen, logran sacar adelante estas investigaciones y dar paz a la familia de las víctimas, quienes pasaron años rogando por respuestas.

Dentro de este grupo de entusiastas servidores, ocurren también otras historias, la vida personal de cada uno de ellos se va desarrollando en forma paralela a las investigaciones, lo que hace aún más interesante su trama.

Y a esto tengo que comentar, que así como la historia nos muestra a unos funcionarios íntegros y con grandes capacidades investigativas, también se encuentran involucrados en oscuros temas, en donde hay una lucha interna por hacer lo correcto o seguir sus sentimientos de venganza contra personajes que han afectado su vida personal.

Al final de cuentas estos detectives terminan actuando de la misma forma que los delincuentes aunque el giro de la serie intente que se vea más justificada su conducta. O sea que siempre terminan tan corruptos los unos como los otros.