Se acercan los comicios presidenciales y muchos estamos preocupados por hacer una buena elección, que nuestro voto ayude al mejor candidato, que nuestra tensión no nos afecte como al sujeto que comentaba en su servicio un Pastor evangélico quien relataba que un hombre había ido al médico esperando lo peor, así, cuando el médico le escuchó el corazón comentó: “tiene buen ritmo”, el hombre lo interpretó como: “tiene arritmia” y se angustió y preguntó al galeno: “¿qué puedo hacer? “. Y este le dijo: “que descanses”. Y el hombre en su cerebro entendió: “Es cáncer.” Y de nuevo interpeló al médico: “¿Y ahora qué hago?”. Mientras escuchaba los pulmones del hombre le contestó: “Fume menos.” El paciente al borde de la angustia entendió: “Uno menos”.
Es posible que este blog lo publique cuando ya haya concluido esta fecha y las noticias estén llenando los titulares de prensa, los periodistas y locutores de radio analizaran lo ocurrido y sacaran sus propias conclusiones, también harán lo propio quienes participaron en la contienda. Quienes aman la política tendrán todo un abanico de opciones y comentarios, los demás estaremos pendientes de que las aguas se calmen y que el país recupere la tan anhelada paz.
Y de nuevo estaremos pendientes para la siguiente fecha en junio, y posteriormente en agosto la posesión de quien va a regir el destino del país, es decir que este año nos lleva de la mano con estos eventos tan importantes en la vida nacional.

Los primeros recuerdos que tengo sobre política, son violentos y bastante tristes, empezaron con Gaitán. Veníamos desplazados por la violencia desde Santuario y recién llegados a Cali, cuando mi madre agarró a sus tres hijos y tomó rumbo a Puerto Tejada (Cauca) donde mi padre había instalado su consultorio odontológico. Llegamos primero a un par de piezas justo frente al río La Paila, pero pronto nos movimos ya que al poco tiempo con las lluvias el agua nos llegó hasta casi mojar nuestros colchones. Cambiamos al consultorio de mi padre, donde habían un par de habitaciones que podríamos usar, frente a la Plaza chiquita.
Recién habían asesinado a Jorge Eliecer Gaitán y el pueblo estaba alborotado, casi no había comida. En la plaza, frente a la iglesia repartían carne, no quiero recordar esa parte, aunque yo era muy pequeña, tan solo tenía 2 años y medio, pero quedé marcada.
Otra época que recuerdo fue el período presidencia de Gustavo Rojas Pinilla, en la televisión al iniciar la transmisión se escuchaba el himno nacional y una voz que anunciaba al Excelentísimo Señor Presidente de La República de Colombia General Gustavo Rojas Pinilla, creo que añadían algunos epítetos más, pero era larguísimo. Habían unas foticos que yo coleccionaba, como billeticos en blanco y negro con la imagen de él.
Luego gobernó una Junta Militar, después llegó Guillermo León Valencia y en fin ni para qué sigo. Fui creciendo y los gobiernos cambiaron y hoy estamos a punto de elegir un nuevo gobernante, que debemos confiar maneje bien el país que se le entregará.
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