Abril 22 del 2019

Qué hacer en Semana Santa

Muchas personas se programan con antelación para salir durante la Semana Santa, aún recuerdo en mi época de estudiante, al hablar de vacaciones así se llamaba estos siete días de conmemoración de la pasión de Cristo, al igual que la navidad, se comentaba lo que la familia preparaba para estas épocas de vacaciones.

Las agencias de viaje preparan con suficiente tiempo los programas para disfrutar de esos días de vacancia. Aun hoy veo la cantidad de anuncios en las vallas y la televisión, y escucho en la radio los mejores lugares para viajar, instando a los posibles clientes para realizar sus reservas de pasajes y hotel.

Quienes llevan una vida más espiritual ven esta semana como de recogimiento y reflexión, pero creo que las estadísticas nos señalan estos como una minoría.

Veamos que ofrecen las agencias de viaje:

El Santuario de Nuestra Señora de las Lajas en Ipiales, Cartagena de Indias, Bogotá la catedral primada, la catedral de sal; las procesiones en Popayán – aunque con cierto temor de que la minga les haga la minga y se queden secuestrados en esa ciudad. En Santander el Eco parque del Santísimo en Floridablanca.

Esto si miramos el interior de Colombia, ya que pensar en el exterior es muy extenso el panorama, empezando por Quito, donde se pueden visitar los monasterios de San Francisco y de Santo Domingo, la iglesia y el colegio jesuita de la compañía. Río de Janeiro, con visita al tradicional Cristo. Lima, sobre todo para quienes buscan algo de gourmet. Venezuela, mmmmmh, ¿se animaría usted a viajar allí? Sería bueno para vivir en carne propia, el sufrimiento humano, una forma de flagelarse diríamos. Y si quiere sacrificar su bolsillo, viaje a Panamá, gaste los ahorros y los no ahorros.

Y si quiere cruzar fronteras más grandes, viaje a España y Portugal y a la ciudad santa, ¿por qué no?

En ninguno de estos anuncios se habla de recogimiento espiritual, se habla de descanso, de disfrute, de sol, mar, comida etc. incluso mucho turismo, visitar sitios en donde podemos encontrar verdaderas obras de arte, pero un recordatorio al sufrimiento de Cristo, como dicen los muchachos, “naranjas de la china”.

Revivir la pasión de Cristo fue en el pasado algo diferente. No olvido que mi madre nos hacía guardar luto por la muerte del Señor, y visitábamos el cuerpo del Señor en un féretro de cristal que en la Iglesia del pueblo lo ponían en exhibición. Realmente vivíamos y revivíamos cada año ese dolor inmenso que sufrió y a esto se le agregaba las películas bíblicas incluida el Mártir del Calvario, que aún en algunos cines y televisión vuelven y pasan.

Hay excepciones, claro que sí, muchas personas se preparan espiritualmente para esta semana, asisten a todos los eventos que la Iglesia prepara y reflexionan sobre su vida pasada, presente y futura y en verdad que cada día son mejores personas, entonces, confiemos que en esta semana que acaba de pasar quede en manos de estas últimas y recojamos los frutos de lo que haya sido la nuestra.