Popurrí
Empezamos el segundo semestre del año y el clima sigue su curso inestable, aunque ahora con más visitas de los rayos solares. Desde mi ventana puedo observar los transeúntes caminando, ya no con paraguas sino con hermosas sombrillas de colores, otros con gorras y algunas mamás cubriendo con una manta a sus bebés.
Vi a través de las redes un incendio terrible, no sé en qué país ocurrió, donde las palmas se incendiaban inesperadamente ante las olas de calor, anunciando que se esperaba llegar a los 65 grados centígrados esta semana, daba tristeza observar las palmas sufriendo ante los terribles rayos del sol, y seguimos sin creer en el cambio climático.
Esto me hace pensar en la moda de la juventud en esta ciudad. Han observado que a pesar del clima la mayoría de los ciudadanos en Cali, ¿llevan sandalias o chanclas? Y las chicas de todas las edades se visten o mejor se desvisten con shorts o pantaloncitos calientes, bastante corticos. Durante toda esta época en que la lluvia nos ha acompañado la moda siguió igual, tan solo los moteros llevaban sus chubasqueros y capas para protegerse en esta época de lluvias.
¿Pero saben qué me preocupa más? La actitud de las jovencitas parrilleras, pero no por sus prendas de vestir, aunque no son nada aptas para viajar en este tipo de vehículos. Lo que hacen mientras están en ese puesto trasero del motero.

Primero, en una caída no sólo van a recibir moretones, raspaduras y alguna fractura, muchas veces ni siquiera llevan casco protector y esto es grave porque allí si está en juego la vida. Ayer noche vi salir desde la casa vecina de mi casa un motociclista con dos niños y parrillera, imagino esposos e hijos, en una moto pequeña, sólo el conductor con casco, sin chaleco con reflejos de la placa, pusieron en marcha el vehículo y arrancaron quedando la mujer que iba en la parte de atrás de pie sobre los pedales en que se sostiene el parrillero, porque no cabían los cuatro. Y así se fueron. A pesar de esta situación, la parrillera no dudó en desembolsillar su celular e iniciar una charla, liberando uno de sus brazos para sostener el adminículo, dejando de paso desprotegidos los dos menores a quienes intentaba mantener unidos con sólo uno de sus brazos.
Sé que la necesidad es mucha, sé que el transporte cuesta, más a esa hora de la noche, más de las 9, pero el riesgo es muy grande. Y no hablo por hablar, sé lo que es ir de parrillera, soy eventual usuaria de este servicio con mi hijo, me encanta por la facilidad para llegar a algunos lugares, el parqueo, en fin, hay muchas cosas positivas, pero convertir una motocicleta en un vehículo de transporte masivo es otra cosa.
Y este popurrí en que se me convirtió este blog, lo concluyo hablando de este puente festivo, hoy 1º de julio, es el día de san Pedro y san Pablo, siendo en verdad el 29 de junio su conmemoración, pero gracias a la ley Emiliani pasó al lunes siguiente, o sea hoy.
Se celebra esta fiesta conjunta, aunque estos santos no murieron el mismo año y sus vidas fueron bien distintas, pero según la tradición católica ambos representan el evangelio de Cristo. Se recuerda que Pedro fue elegido por Cristo y por El fue perseguido y crucificado (cabeza abajo) y Pablo según algunas narraciones quedó ciego al caer de su caballo cuando perseguía a los cristianos de Damasco, al convertirse y ser bautizado recobró la vista y adoptó el nombre de Pablo, (antes era Saúl), y a partir de ese momento predicó el evangelio hasta el fin de sus días cuando fue decapitado bajo el gobierno de Nerón.
Entonces, teniendo en cuenta lo que representan estos dos santos para la iglesia católica unieron sus nombres y su conmemoración el mismo día. Creo que es una razón lógica para unirlos en una sola festividad.

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