Desde pequeña me ha gustado usar pantalones largos, cargaderas y tenis, ¿por qué? Porque si me caía no me raspaba las rodillas, si me trepaba al techo con mi hermano no se me veían los cucos, porque podía correr y andar en bicicleta sin que resbalara el pedal, en fin por una cantidad de detalles que con falda me impedían divertirme.

En el colegio del Carmen en Popayán tuve que usar uniformes que llegaban a media pierna, incluso el vestido de baño era una bata larga, que en ese clima a las 5 de la mañana, hora en que debíamos ducharnos, se nos pegaba a la piel convirtiendo el baño en una verdadera tortura fría.

Luego llegó la moda de los famosos “slaks” y ya no fue problema llevar pantalones.

Hablo de este tema porque me vino el recuerdo de un evento que me ocurrió cuando era funcionaria y laboraba en el Tribunal Superior de Cali, cuando sus oficinas funcionaban en plena plaza de Caycedo.

Un abogado litigante empezó a saludarme muy amablemente cada vez que me encontraba o se acercaba a la oficina donde yo me desempeñaba como auxiliar de magistrado. Sus saludos cada vez se volvieron más efusivos y no le gustó que no aceptara sus muestras de afecto. Un día coincidimos en el primer piso frente al ascensor, apenas me vio me dirigió una mirada chocante y empezó esta frase: “Desde que las mujeres llevan pantalones y se cortan el cabello…” no lo dejé terminar y me dirigí hacia las escaleras hasta mi despacho.

Cada vez que me veía empezaba a molestarme por mis prendas de vestir, por mi cabello, etc. realmente insoportable. Agradecí que en ese año recibí un premio de año sabático y me ausenté por un tiempo.

Y pienso si me sentí acosada por este abogado, ¿cómo se sentirán tantas y tantos seres humanos que tienen tendencias diferentes a ciertas personas?

Leer el periódico de la mañana, deja un manojo de hechos que se relacionan con actitudes como las que le comento y con consecuencias más graves.

El mundo evoluciona, pero no en la mejor forma, cada vez la intolerancia es mayor y la falta de comprensión supera toda buena actitud.