Septiembre 11 del 2019
Los miedos
Creo que todo ser humano tiene algún tipo de miedo, algún tipo de temor que no quiere sufrir en la vida, por eso, hoy, les voy a comentar mis tres tremendos miedos, que, gracias a Dios, ya he superado.
El primero y no sé si entre las mujeres que leen esta columna lo han sufrido. El temor a tener un hijo. Creo que es muy importante y hay que estar preparadas para ello.
Personalmente cuando decidí ser madre, lo pensé bastante y traté de prepararme lo mejor posible para ese evento. La decisión de serlo no fue la única preocupación, la física, el ser portadora de un ser y traerlo al mundo, no lo niego, me atemorizaba profundamente. Alguna vez leí una frase que me impactó, algo así como los dos momentos de la vida en que una mujer debe hacer algo absolutamente sola, sin que nadie lo pueda hacer por ella, es al nacer y al morir. Y es que llegado el momento de traer un hijo al mundo es algo que tienes que hacerlo, a pesar de la ayuda médica es cuando más vulnerable estás. Ese fue mi primer miedo y lo superé con la felicidad de ver a mi hijo en mis brazos.
El segundo temor era ver morir a mi familia, específicamente a mis padres. Como me fui a vivir al exterior, pensé que me libraría de semejante evento. Sin embargo, la vida me la jugó y regresé a Colombia donde vi hacer la pascua a dos de mis seres queridos, ya que el primero, mi padre, falleció en la clínica de Occidente de esta ciudad después de un coma y solo vi su cuerpo después de fallecido. No fue así con mi madre, ni con mi hermano, a quienes despedí después de cuidarlos durante su enfermedad. O sea, este segundo temor también lo tuve que vivir y superar, con dolor y nostalgia, pero también pasó.
El tercero, irónico, siempre pensé que mis ojos, aunque perdieran visión, solo bastaría con cambiar de lentes para continuar, ya que de solo imaginar que me tuvieran que intervenir quirúrgicamente alguno de ellos me angustiaba. Y heme aquí que también me tocó esta experiencia. Ya pasé la primera cirugía y está pendiente la segunda. Y la verdad las manos maravillosas de dos médicos especializados han hecho un trabajo excelente, ni que decir del anestesiólogo, ya que experimentar una cirugía sin sentir absolutamente ningún dolor es algo extraordinario. Otro temor superado. Sé que tengo una segunda cirugía, pero el temor quedó atrás.
Debe haber más temores más miedos, pero de momento y poco a poco, se van superando, como dice una amiga mía: “Esto también pasará.” Mi pregunta es: “¿qué más temores nos esperan?
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