Hay un dicho que dice “Los amigos son la familia que se escoge”. Y esto es una verdad de a puño, aunque no haya un vínculo biológico, los amigos se convierten en familia con una relación emocional muy fuerte, que puede ser más sólida que la que se tiene con algunos miembros unidos por sangre. Un amigo es el que te acepta a pesar de conocer tus debilidades y flaquezas. Los amigos son estas personas que sin necesidad de hablar los hemos elegido para acompañarnos en nuestro camino, nos ayudamos y compartimos momentos de risa, lágrimas y sueños.
En el largo trajinar de mi vida, he conocido gente maravillosa, personas que extraño mucho y que a pesar de la modernidad no he podido volver a contactar. Sé que algunos ya se han ido, otros están en alguna parte del mundo, he logrado reconectarme con uno que otro, pero todavía sueño con poder volver a ver a esos seres que están, simplemente, por ahí.
Hace poco despedí a alguien muy querido, ya que este 2023, ha sido lleno de adioses y algunos pocos bienvenidos.
Debía tener mucha familia biológica, ya que mis ancestros fueron prolíferos al reproducirse. Mis abuelos paternos engendraron 24 hijos, los maternos 10, incluidos mellizos, y estos a su vez, los primeros, familias antioqueñas, hicieron lo suyo aumentando se genealogía con más de 10 hijos por cabeza. Incluso, una vez recibimos una tarjeta en cuyo frente se leía la participación del grado del hijo mayor, de alrededor 25 años, y al anverso aparecía la comunicación del nacimiento de su hijo número 23.
Los años han pasado y tíos, primos, parientes viven sus vidas y no tengo la menor idea de dónde se encuentran dentro de la geografía de Colombia o del exterior.
Es verdad que tuve una relación maravillosa con mi hermano, quien ya hizo la pascua, pero aparte de él y mi hijo, son los amigos los que han conformado mi entorno familiar.
Cuando viví fuera de Colombia, dejé un rosario de amigos que nunca olvido, todos de distintos países y no por ser su cultura diferente, su amistad lo fue. Mi embarazo ocurrió en Madrid-España, y durante los nueve meses dos amigos muy especiales estuvieron conmigo, ellos me llevaron a la clínica, me acompañaron, esperaron el nacimiento de mi hijo, hasta consiguieron las drogas que el médico formuló. No puedo decir que viví sola, porque ellos siempre estuvieron a mi lado y no eché de menos mi familia, ellos fueron mi familia.
Tengo muchas anécdotas referidas a las amistades, pero como muchas experiencias en mi vida, requeriría de un libro para contarlas.
Comentarios recientes