
Rvdo. Silvio Gil Restrepo
Lecturas: Eclo.3,6-14; Ps.127; Col.3,12-21; Mt.2,13-23
«La sagrada familia de Nazaret».
La lectura del evangelio de este domingo después de la navidad nos presenta el episodio de la llamada huida de la sagrada familia de José, María y el divino niño Jesús hacia Egipto, ya que el rey Herodes -al sentirse burlado por los reyes magos- como dice el evangelio de hoy: buscaba al Niño para matarlo, y de hecho, esto es lo que origina la matanza de los inocentes, pues algo habría oído de las Escrituras que dicen que aquel niño era el Mesías esperado por las naciones, porque El sería el liberador no solo de Israel, sino de los pecados de toda la humanidad.

Y además, se cumple la Escritura cuando dice: «de Egipto llamé a mi Hijo”, esto es, que ya muerto el rey Herodes, el ángel del Señor avisa en sueños a José que ya puede regresar a la Judea, y de hecho regresan y se establecen en Nazaret, de donde proviene también que se cumplan las profecías que llaman a Jesús, el Nazareno. Y ya, por decirlo así, se conforma la sagrada familia de Nazaret, desde la cual como también lo dice el evangelio: Jesús va creciendo «en edad y en sabiduría», y preparándose durante aquellos años de juventud para salir luego con sus primeros discípulos a recorrer los caminos de la Judea e iniciando así su evangelización con el anun-
cio de que «conviértanse, porque el reino de Dios está cerca». De modo pues que Jesús desde su núcleo familiar con María y José, nos da ejemplo de vida y de virtud, estando aquellos primeros años de su juventud sumiso en torno a sus padres terrenos, pero creciendo en sabiduría y santidad. Roguemos pues al Jesús del Belén y de Nazaret que nos enseñe a valorar nuestras familias, y a apreciar todo lo que de ellas hemos aprendido, y que como El, luego podamos dar de lo que hemos recibido. Que así sea. ¡Amén!
Comentarios recientes