Último domingo de cuaresma y el inicio de la Semana Santa. Y aquí estamos intentando frenar el coronavirus.
Pero en realidad de lo que quiero hablar es de las transmisiones que se vienen haciendo a través de internet por parte de los diferentes ministros religiosos, lo cual me ha parecido excelente, es un bálsamo para quienes estamos en realidad confinados en nuestras casas. Especialmente me ha gustado mucho la misa que celebra un sacerdote jesuita, el padre Gabriel Jaime del Templo Votivo del Sagrado Corazón, tiene su guitarra junto a él y acompaña las oraciones con su canto. Una vez concluye la misa inicia el santo rosario y él mismo responde sus oraciones. Me entusiasmé tanto que acompañé desde mi casa sus oraciones y cánticos, así como la comunión espiritual.


Cuando mi madre participaba de la misa a través de la televisión, años ha, ya que por su edad no estaba en capacidad de salir a la parroquia de nuestro barrio, noté que ella se preparaba para estar frente al aparato de televisión y con mucha devoción escuchaba y participaba de ella, escuchaba el evangelio y la homilía del sacerdote y eso es lo que tenemos que hacer ahora, hay muchos ministros religiosos que están cumpliendo esta labor, la mayoría a través de Facebook. Los Caballeros de la Virgen también participan de esta jornada, aunque ellos siempre lo han hecho.
Así que la tecnología nos está ayudando mucho, no solo como entretenimiento sino para aprender cosas nuevas ya que hay muchísimos programas mediante los cuales se puede conocer diferentes cursos para acceder.
Si en los años 50s nos hubiera agobiado una pandemia ¿qué habríamos hecho? En esa época la tecnología apenas si empezaba, recuerdo que nuestro teléfono cuyo número tenía una sola cifra, era el 1, el teléfono era grande y tenía una manivelita que al girarla llamaba a la central desde donde el operador nos comunicaba con otros números del pueblo, que no eran muchos, y si queríamos hacer una llamada de larga distancia, pues tardaba horas.
La radio funcionaba bien, así que las noticias nos llegaban por ese medio, en cuanto a la televisión, llegó a nuestras casas en el año 1954, gracias al gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla, quien en su estadía en Alemania quedó gratamente impresionado por este invento, así que, con la ayuda de técnicos extranjeros, especialmente cubanos, se trajeron equipos desde Alemania y Estados Unidos. No era una imagen muy nítida y sólo la teníamos en blanco y negro, la televisión al principio fue pública e inicialmente era más educativa y cultural, aunque después se inició un esquema de concesión mediante el cual el estado se encargaba de la infraestructura televisiva y empezó a entregar espacios para que la empresa privada se encargara de la programación.
Los juegos de mesa estaban a la orden del día, así que juntarse alrededor de una mesa a jugar parqués, escalera, dominó y cartas habría sido una buena opción.
Sin embargo, mucha gente se queja en la actualidad por este confinamiento sin pensar que tenemos todos los medios a nuestro alcance para sobrevivir esta pandemia.
Así que para iniciar esta semana y este domingo, les envío la palma que llevaríamos este día a la iglesia.

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