Desde que tengo recuerdos, este día ha sido motivo de celebración en casa. Siempre hubo regalo para mi madre y un almuerzo especial. Pasando los años y poco a poco, esta fiesta se convirtió sólo en un abrazo, un beso y un regalo.
Ahora que no está mamá, este día me obliga a mirar las noticias del día siguiente, esperando que las estadísticas no hayan subido, ya que cada año se registran resultados de riñas, borracheras, enfrentamientos, etc. con ocasión de esta fiesta. El ¿por qué? Curiosamente, en estas fechas se hacen reclamos entre hermanos, madres e hijos, abandonos, que no se hicieron antes, pero que reviven en un día como este.
La pregunta del millón es: ¿dónde están estos hijos los 364 días del año restantes?
A veces viendo videos de reacciones de madres e hijos, me sorprende gratamente la confianza existente entre algunos. Sobre todo que algunos se refieren a “chancletazos” que recibieron durante su niñez y adolescencia, hay muchos con bromas sobre actitudes en el hogar que fueron bastante divertidas. No sé dónde encuadra mi posición como madre. Me gustaría saber cómo me vio y me ve mi hijo, ahora que es un hombre adulto.
Mi madre fue una mujer fuerte y nos disciplinó desde muy pequeñitos, tanto, que en cualquier reunión en donde estuviéramos molestando, bastaba una mirada de ella para saber que mejor nos sentábamos juiciosos. Sin embargo, sé que como abuela fue bastante laxa, permitió muchas cosas a mi hijo y lo consintió como no lo hizo con sus hijos, aunque no puedo negar que era una mujer muy cariñosa, que se desvivía por el bienestar de sus vástagos.
De otro lado, pienso en las mujeres que, por desgracia, abandonan a sus hijos, desesperadas por no poder responder por ellos, y otras, que consideran que no están preparadas para ser madres y prefieren tomar una decisión más drástica, como lo es abortar.
Y, precisamente, estas “madres” entre comillas, que dicen no estar preparadas para serlo, pero sí estaban preparadas para sostener relaciones con los “padres” de las criaturas. Yo, no las entiendo, las primeras tuvieron dos y tres hijos, sin problema, pero no están capacitadas para cuidarlos, después de varios embarazos se dieron cuenta que no debían ser madres, no hicieron un análisis antes de quedar embarazadas, pero después si se dan cuenta que fue un error… Y las actuales mujeres liberadas, que dicen ser dueñas de sus cuerpos, fueron muy “mujeres adultas” para disfrutar de relaciones sexuales, sin protección, quedando obviamente embarazadas, pero muy maduras para decidir sobre la vida de su propio hijo.
Recuerdo a una mujer especialmente, tenía varios hijos con un delincuente, éste fue a dar a la cárcel y ella con lágrimas en los ojos me decía que este hombre la golpeaba y todo el tiempo sufría sus maltratos. Traté de guiarla a través de entidades gubernamentales para que la ayudaran con el servicio de control de natalidad y servicio social para que tuviera un trabajo y cuidara a sus hijos de la mejor manera y por supuesto, que la ayudaran para que este hombre no la siguiera golpeando.
Y adivinen qué hizo. Después de ausentarse por varios meses, un día volvió a la oficina donde yo trabajaba, llegó con un vientre de varios meses, con un ojo morado y de nuevo llorando. Quejándose que había ido a visitar al malandro de su compañero. Le hizo visita conyugal. Y luego cuando la vio embarazada ni corto ni perezoso le dio su muenda. La interrogué sobre los servicios sociales que la ayudaban y dijo que había dejado de ir porque su compañero la llamó para que fuera a visitarlo y le prohibió seguir el programa.
¿Qué hacer con estos seres humanos? Difícil dar ayuda a quien no la quiere.
Así que hay madres de todas las categorías. En conclusión madres y desmadres.
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