Les he comentado el problema con las EPS y el problema de comunicación que tienen al interior de dichas entidades, pero la última que me ocurrió vale la pena comentarla.
Estuve solicitando una cita con la oftalmóloga que me viene tratando, especialista en retinología, y por más que traté no hubo forma y requería con urgencia un chequeo de mi ojo izquierdo, hasta que desesperada pedí la ayuda especial que tiene la entidad a la que estoy afiliada, y me pusieron en espera.
Ante la gravedad del estado de mi visión, recurrí a uno de los medios que tienen para solicitar la cita y después de mucho insistir me asignaron otro retinólogo, que aunque no conocía mi caso, fue eficiente y logró un buen tratamiento ocular.
El caso es que pasaron tres semanas desde que dicho oftalmólogo me atendió, cuando recibí un correo del contacto especial de la entidad donde me decían que me habían conseguido cita y me indicaban fecha y hora, para un mes más tarde, para estar donde la retinóloga que había solicitado inicialmente. Les contesté de inmediato indicándoles que con mucha pena debía cancelarla porque había tenido que recurrir en forma urgente a otro especialista. Busqué en la página web y mi cita no aparecía, así que me dí por bien servida y creí que todo había acabado allí.
Al acercarse la fecha de la cita, recibí un nuevo correo, indicándome lugar y hora para asistir a la cita, les contesté de nuevo con la explicación anterior y el por qué no requería la cita.
Un día antes de la cita, me llegó un aviso, recordándome el horario, fecha y lugar de la misma, como era un mensaje, no pude decirles que ya la había cancelado. Así que me dediqué a buscar teléfonos y contactos de la EPS para cancelarla, ya que obviamente no lo habían hecho, pero en todos me decían que no tenía ninguna cita programada. Desistí entonces y simplemente no asistí a la dichosa cita.
En el día de ayer, recibí una llamada de la EPS, preguntándome por qué no había asistido a la cita. Le expliqué todo lo que había hecho para cancelarla sin lograrlo, pero a la persona lo único que le interesaba saber, era por qué no había ido, le indiqué que ya había sido atendida por otro especialista, debido a la tardanza para lograr la cita que les había solicitado y la mujer muy amable, por cierto, simplemente me dijo: “Ah, ya la habían valorado, muchas gracias, tenga buen día.” Y me colgó.
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